Cuando un personaje le da una plática a otro y el propósito de esta es de quebrarlo emocionalmente o de alguna manera ganar ventaja psicológica a su favor diciendo cosas que no pueden negar.
Esto generalmente se logra con una especie de discurso, diciéndole al personaje qué tan patético es o qué tan culpables se sienten por algo terrible, pero también hay otras formas de quebrar a alguien con palabras. Podrías en su lugar deconstruir el mundo, otras personas o las relaciones personales de la víctima. La parte importante es que no pueden negar tus palabras, por lo menos no en el momento, y ganas una ventaja a nivel psicológico por esto sobre ellos. Las verdades poco confortables (o verdades a medias por lo menos) y los argumentos lógicos son efectivos para crear reclamos difíciles de negar, pero golpear lugares débiles de manera emocional también es importante y puede funcionar si tus argumentos no son realmente razonables.
Los resultados, cuando se tiene éxito, van desde una simple sonrisa satisfactoria por irritar a alguien en una posición superior; pasando por lograr desmoralizar o distraer un oponente para que sea más fácil de derrotar; hasta llegar a ejecutar otras situaciones como Destrozar al Adorable o un Cambio Rudo-Técnico.
Hay que tener cuidado de no llamar a todas estas situaciones “Quiébralos Hablando”, ya que no todas cumplen las características necesarias.
Obviamente es más fácil de ejecutar desde una posición de poder, como después de derrotar a alguien o interrogando a un prisionero, pero se puede ejercer en ambos sentidos. Es aún más impresionante cuando alguien logra voltear la situación a su favor contra alguien en una posición superior.
Hay que tener en cuenta que mucho del éxito aquí depende de que la víctima se preocupe de lo que dices, o por lo menos respetarte para tener en cuenta tu opinión de forma seria. Si la víctima es muy tonta, o simplemente no le interesa tu opinión, entonces lo más probable es que consigas risas o una mirada en blanco al tratar de hacerlo.
Como ya se mencionó, constantemente se relaciona con El Discurso de Por Qué Das Asco, pero los conceptos no son el mismo. El discurso trata de lo que tú dices, mientras que esta trata de lo que tú haces al decirlo. Puedes decirle a alguien que no tiene valor sin quebrarlo o sin intentarlo siquiera, particularmente si estás fastidiado o molesto, y puedes quebrar a alguien sin decirle por qué no tiene valor.
Ejemplos:
Vida Real
- Una serie de experimentos independientes llevados por un profesor de Harvard llamado Henry Murray en los años 60 puede ser contada como una versión extrema en vida real de esto: a unos estudiantes universitarios se les dio instrucciones de escribir un ensayo resumiendo su filosofía personal de la vida y sus principios, para luego ir a una habitación y debatir contra otro estudiante sobre su filosofía. En su lugar fueron interrogados por otra persona mucho más experimentada, cuyo único propósito fue el de atacar y ridiculizar sus creencias. Debido que uno de los objetivos principales del experimento era inducir estrés y enojar a los sujetos tanto como sea posible, no es sorpresa que algunos estudiantes terminaran sintiéndose traumatizados. Uno de ellos eventualmente se tomó todo muy seriamente (ya sea por esta razón o alguna otra) y se convirtió
en Unabomber.
