El villano ha sido derrotado, y la forma de declarar la disputa por terminada es con este perdiendo los estribos y actuando como un completo demente.
Los villanos no solo son viles, manipuladores, traidores y patanes, sino que no aceptan la derrota y en su lugar terminan colapsando mentalmente y haciendo gritos desgarradores, golpeando cosas, disparando erráticamente sin dirección y, en algunos casos, amenazando a los héroes de todas las formas posibles.
Puede pasar con cualquier antagonista, aunque el más propenso es el Gran Villano, probablemente por el dramatismo y la catarsis de la situación. Choca más cuando quien colapsa es alguien frío y calculador que se encuentra por primera vez en su vida en una situación en la que algo se sale de sus cálculos.
El Fortachón Descerebrado también suele tener esta reacción cuando está del lado de los villanos y queda acorralado, ya que es normal en este tipo de personajes desquitar su furia con violencia.
Esta situación, independientemente de la personalidad de quien la genera, termina denotando (y a veces simplemente confirmando) qué tan corrupto y roto por dentro estaba el antagonista todo este tiempo. Algunas veces, es hasta posible que el colapso no se dé una vez terminada la pelea/disputa sino que ocurra justo antes de que esta llegue a su fase final, casi siempre acompañada por un cambio de atmósfera brusco y con el villano cambiando su forma física a una muchísimo más intimidante.
Ejemplos:
Novelas Visuales- Ace Attorney en general se caracteriza en todos sus juegos por asignarle al culpable de cada caso una animación de colapso cada vez que son descubiertos y sentenciados por el juez.
